EE. UU., en San José Calderas, San Andrés Itzapa,
Chimaltenango, recibieron viviendas construidas por voluntarios de la organización Un Techo para mi País.
SAN ANDRÉS ITZAPA-
La construcción de las viviendas, en la que participaron unos 400 jóvenes de varios departamentos y algunos extranjeros, fue gestionada por Alejandra Gordillo, secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua).
Marco Tulio Guerra, presidente de la Asociación Pro Mejoramiento de los Deportados Guatemaltecos, expresó: “Nos sentimos agradecidos con Dios y con la licenciada Gordillo, ya que la lucha la hemos hecho desde el 2009, ante diferentes instituciones, de las que no recibimos apoyo. Conamigua, al contrario, nos ha brindado ayuda con diferentes acciones”.
Gordillo dio a conocer su satisfacción por el logro en beneficio de algunos de los cientos de deportados de EE. UU. en el 2008.
“Luego de haber realizado un estudio socioeconómico a las familias, se tomó en cuenta a las más necesitadas, a quienes se les entregó una vivienda básica, con dos cuartos de madera, que miden 6 x 3 metros. Estas fueron construidas en dos días cada una”, informó Gordillo.
Para la construcción, Un Techo por mi País aportó Q504 mil 400; Conamigua, Q18 mil en transporte de materiales y los autobuses que trasladaron a los voluntarios, y la comunidad aportó Q29 mil 600.
“Me siento contenta por mi nueva casa. Nunca habíamos recibido una ayuda tan importante como esta”, dijo Modesta Porón, una de las beneficiadas.
La construcción de las viviendas, en la que participaron unos 400 jóvenes de varios departamentos y algunos extranjeros, fue gestionada por Alejandra Gordillo, secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua).
Marco Tulio Guerra, presidente de la Asociación Pro Mejoramiento de los Deportados Guatemaltecos, expresó: “Nos sentimos agradecidos con Dios y con la licenciada Gordillo, ya que la lucha la hemos hecho desde el 2009, ante diferentes instituciones, de las que no recibimos apoyo. Conamigua, al contrario, nos ha brindado ayuda con diferentes acciones”.
Gordillo dio a conocer su satisfacción por el logro en beneficio de algunos de los cientos de deportados de EE. UU. en el 2008.
“Luego de haber realizado un estudio socioeconómico a las familias, se tomó en cuenta a las más necesitadas, a quienes se les entregó una vivienda básica, con dos cuartos de madera, que miden 6 x 3 metros. Estas fueron construidas en dos días cada una”, informó Gordillo.
Para la construcción, Un Techo por mi País aportó Q504 mil 400; Conamigua, Q18 mil en transporte de materiales y los autobuses que trasladaron a los voluntarios, y la comunidad aportó Q29 mil 600.
